Thelma & Louise (1991)

Si Susan Sarandon y Geena Davis hubieran ganado el Óscar por Thelma & Louise, tendrían que haberlo partido por la mitad (aunque no cabe la  menor duda de que sería Thelma la que se llevaría las partes pudientes de la figurilla) por desgracia, ese mismo año Jodie Foster se enfrentaba a un caníbal.


Allá por el 1991, cuando Ridley Scott aún molaba, se estrenaba este clásico protagonizado por Susan Sarandon (Louise) y Geena Davis (Thelma). La historia, que sin esfuerzo se convirtió en parte de la cultura popular, versa sobre el viaje de carretera de dos amigas que buscan salir de sus anodinas vidas por un fin de semana.

Thelma & Louise es un western con coches, una road movie feminista, una ácida crítica al sueño americano y mucho más. Louise es camarera en una cafetería y Thelma ama de casa, con personalidades muy distintas: la primera es desconfiada y severa, la segunda, incrédula y despistada; pero compartiendo el mismo concepto de amistad y libertad, ponen en carretera tomando una serie de decisiones que cada vez pondrán más difícil el regreso a casa y a su vida anterior.


Si bien en la filmografía de Ridley Scott podemos encontrar grandes de heroínas (recordemos a Ripley de Alien o la teniente O'neil de G.I. Jane) en esta película, el director nos presenta como antagonistas unos personajes masculinos que son auténticos villanos -no se escapa de ésta ni el genial Michael Madsen (Kill BillReservoir Dogs) con su irascible temperamento. Los estereotipos masculinos de la película, cuya verosimilitud se ha cuestionado crítica tras crítica, son el reflejo de una conducta que, lejos de ser ficción, persisten veinticinco años después del estreno. Y es que el "exagerado" carácter del camionero ha provocado más debate entre los usuarios de Filmaffinity que el incidente en Texas. 

Sea como fuere, y aunque genere asperezas entre quienes sean incapaces de ver la violencia machista que rodea a las protagonistas, no puedo más que determinar que Thelma & Louise es una historia de reivindicación, de lucha por la libertad y de la evolución de unas mujeres sometidas que se transforman en otras capaces de mirar adelante sin miedo. Cómplices. Fuertes. Valientes.

Al final nos quedamos con las ganas de saber qué pasó en Texas, aunque poco nos importa: por fin, somos libres.

Si te has quedado con más ganas de heroínas en desierto, puede ser un buen momento para Mad Max: Fury Road (2015, George Miller).

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