Swiss Army Man (2016)

Flatulencias, erecciones, un cadáver, una isla y una historia de amor/amistad que superará a cualquier clásico del género.


¿Recuerdas esa proyección en la que el público de un festival de cine independiente en Estados Unidos abandonaba la sala de forma masiva? Sí, hombre, ésa en la que Harry Potter hace de zombie pedorro. Pues adivina a qué otra película te vas a ver arrastrado este Fancine.

Tras mucho correr, llegamos tarde a esta última sesión de entradas agotadas. Entramos en la sala y nos encontramos a Paul Dano (Little Miss Sunshine, Prisioners) en una cueva llamando retrasado al cadáver de Daniel Radcliffe. Justo en ese momento empieza la magia de esta, tan especial como original, comedia dramática.


Los Daniels (Daniel Scheinert y Daniel Kwan), directores noveles en la industria del cine, son los encargados de controlar este surrealista viaje cargado de sentimientos y otros disparates, que sólo se ha estrenado, y casi por sorpresa, en cinco salas españolas pese a ser premiada en Sitges y Sudance.

Una segunda visualización con unos amigos me ayuda a idear una explicación a ese final. Así que, si no has visto aún esta recomendadísima película, esta entrada termina aquí para ti. ¡SPOILER ALERT! En la última escena podemos volver a ver a Manny en modo moto acuática, la cámara gira y revela como todos han sido testigos de la hazaña del cadáver que toma rumbo mar adentro dejando atónito al espectador: si Hank no está loco, entonces ¿qué he visto? He aquí mi teoría: nuestro hombre-navaja-suiza es un ser sobrenatural, una suerte de Mary Poppins, o (tal y como sugiere el título), un kit de supervivencia hecho persona que deja de ser útil cuando consigue devolver un Hank reinsertado a la civilización.

Para más autobuses y enseñanzas de la vida, te recomiendo: Little Miss Sunshine (2006, Jonathan Dayton y Valerie Faris), Into the Wild (2007, Sean Penn) y Captain Fantastic (2016, Matt Ross).

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